Viviendas passivhaus: ¿qué son?

Origen de las viviendas pasivas

El concepto de viviendas pasivas fue desarrollado en Alemania en la década de 1990 por el Dr. Wolfgang Feist y el Instituto de Investigación de Viviendas Pasivas. Desde entonces, ha ganado popularidad en todo el mundo como una forma sostenible de construir viviendas.

Características de las passivhaus

A continuación, veremos qué características definen a los proyectos de viviendas pasivas:

• Una de las características clave de las viviendas pasivas es su alta eficiencia energética. Esto se logra mediante el uso de aislamiento de alta densidad, ventanas de doble acristalamiento y sellado hermético de las juntas de construcción. Estas medidas ayudan a reducir al mínimo las pérdidas de calor en invierno y ganancias de calor en verano.
  

• Otra característica importante de las viviendas pasivas es la ventilación natural. Estas casas están diseñadas para permitir la entrada de aire fresco y la salida del aire viciado mediante la utilización de ventiladores de recuperación de calor. Esto ayuda a mantener un ambiente interior fresco y saludable sin depender de sistemas de aire acondicionado mecánicos.
  

• Además de su eficiencia energética y ventilación natural, las viviendas pasivas también se caracterizan por su diseño orientado al sol. Estas casas están ubicadas de manera que aprovechan al máximo la luz solar natural durante el día para iluminar y calentar los espacios interiores.
  

Se trata de aspectos muy valorados por los compradores en los últimos tiempos, por lo que no es de extrañar la gran acogida que están teniendo este tipo de construcciones.

Ventajas de las casas pasivas frente a las construcciones tradicionales

Una de las ventajas de las viviendas pasivas es que ayudan a reducir significativamente los costos de energía. Al no depender de sistemas de calefacción y enfriamiento mecánicos, pueden ahorrar mucho dinero en costos de energía a lo largo de su vida útil. Además, al ser más eficientes energéticamente, también contribuyen a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y se contribuye a la lucha contra el cambio climático. Además, al utilizar materiales y tecnologías más eficientes, las viviendas pasivas también pueden ayudar a reducir la huella de carbono de la construcción.

Sin embargo, construir una vivienda pasiva puede llegar a resultar más costoso que construir una vivienda tradicional debido al gasto adicional de los materiales y tecnologías de alta eficiencia utilizados. A lo cual hay que sumarle las dificultades para encontrar personal cualificado y con experiencia en la construcción de este tipo de viviendas.

Sin embargo, esto no tiene por qué ser así, ya que el coste extra que suponen los materiales que se deben utilizar se ven amortizados con el ahorro energético que representan. Cabe recordar que existen diferentes programas gubernamentales que ofrecen incentivos financieros para la construcción de viviendas pasivas, por lo que aquellas personas interesadas en construir una vivienda de esta tipología podrán informarse al respecto en su ayuntamiento u oficina de atención al ciudadano más cercana.

Además, a medida que este concepto se va expandiendo y haciéndose más popular, habrá más personal de construcción cualificado en este tipo de viviendas, por lo que será más fácil dar con uno.

Otro factor a considerar es que las viviendas pasivas requieren una mayor atención en el diseño y la construcción para garantizar que cumplan con los estándares de eficiencia energética. Es importante trabajar con profesionales capacitados y experimentados en la construcción de viviendas pasivas para garantizar que se cumplan estos estándares.

En general y a pesar de todos estos desafíos, las viviendas pasivas son una excelente opción para aquellos que buscan construir una casa sostenible y eficiente energéticamente. Aunque pueden ser más costosas de construir que las viviendas tradicionales, ese gasto adicional se ve compensado por el ahorro energético.