El rey de Mustique

Usted nació en la vecina isla de San Vicente. ¿Cómo era Mustique cuando comenzó a trabajar ahí?

Llegué a la isla en el año 1971. Por aquel entonces, la vida en Mustique era muy contemplativa. No había sitios para frecuentar, ni calles ni electricidad. Todo eso cambió en la década de los ochenta; se invirtió mucho dinero. Colin Tennant, un amigo de la princesa Margarita, había comprado la isla. Al principio trabajé en el Cotton House, en aquella época el único hotel en Mustique. En 1976 me hice cargo del Beach Bar. Era el único lugareño con un negocio. Gracias a la realeza que acudía con frecuencia a la isla, esta fue adquiriendo cierta fama y la cosa empezó a moverse. Con los años el bar se convirtió en el lugar de moda.

¿Qué celebridades ha conocido?

Mick Jagger, Kate Moss, Michael Douglas y Catherine Zeta-Jones, Denzel Washington, Morgan Freeman y muchos más. Esta gente se alegra cuando puede bajarse de su yate y disfrutar de un rato agradable en tierra firme. Se pasan por el bar a tomarse una copa y se olvidan de lo demás. Hemos celebrado muchas fiestas salvajes, con gente bailando durante el día y continuando hasta la madrugada. Quienes encuentran un lugar como este vuelven una y otra vez. Mustique es un verdadero refugio.

Aun así no quiso que el Basil’s Bar se convirtiera en un lugar exclusivo y ha mantenido las puertas abiertas también para la población local. ¿Por qué esto siempre ha sido importante para usted?

Quiero que todo el mundo sea bienvenido, desde la superestrella hasta el jardinero. Aquí se reúnen para una barbacoa, todos bailan juntos. Excluir algunos grupos no hubiese funcionado en una isla tan pequeña.

¿Qué caracteriza a un buen anfitrión?

Soy de la opinión de que la figura del anfitrión es clave para el éxito de una fiesta. Cuando este se encuentra a gusto y está de buen humor, se lo transmite a sus huéspedes. Su tarea consiste en crear un lugar en el que a la gente le resulte fácil sentirse feliz. Un cliente satisfecho siempre vuelve con mucho gusto.

¿Cuál es su bebida favorita?

Hay muchas. En 1979 un terrible huracán asoló la isla. En memoria de este suceso ideé un cóctel, el Hurricane David. Consiste básicamente en vodka y ron... ¡Es tan fuerte que te puede tumbar!

Hace unos años vendió su bar...

Sí, después de pensarlo mucho. En 2017, revendí el bar a la sociedad Mustique, de la que soy accionista. Hoy, soy propietario de una tienda y de la casa vacacional Buttercup House en Mustique. En la isla de San Vicente, abrí el Basil’s Bar Kingstown, y también creé la Basil Charles Educational Foundation, destinada a apoyar a los niños de mi tierra natal.

¿Con qué frecuencia va al Basil’s Bar?

Casi a diario. Me divierto ahí y muchos de mis antiguos colaboradores aún trabajan en la isla. Y sigo organizando cada año el Festival de Blues de Mustique en el Basil’s, llevo haciéndolo casi tres décadas.