Smart Home en pequeñito
Hoy en día, el término "Smart City" tiende a asociarse inmediatamente en la mente con el término inglés para hogar digital, "smart home", que ya forma parte de la vida cotidiana de muchos de nosotros. Se refiere a la instalación de sistemas técnicos interconectados en nuestros hogares que pueden ser controlados tanto directa como remotamente y sirven para mejorar la calidad de vida. El requisito previo para el funcionamiento de tales ayudas prácticas es el gradual desarrollo y la digitalización en los más diversos niveles, puesto que hace que estos vínculos sean posibles en primer lugar. Basándonos en el análisis de nuestros datos de uso, tenemos la posibilidad de ajustar todos los sistemas a las necesidades y hábitos personales.
Smart City en grande
La tendencia de la "Smart City" tiene como objetivo lograr lo mismo a gran escala. Es un término genérico para un concepto holístico que tiene por objeto hacer que la vida en las zonas urbanas sea más atractiva para las personas y que la vida en su conjunto sea más sostenible. La puesta en práctica tiene lugar, por una parte, mediante el desarrollo ulterior de las zonas residenciales existentes y, por otra, mediante la planificación y concepción inteligente de nuevas zonas residenciales.
Un ejemplo es el de la ciudad de Berlín, que ha puesto en marcha un proyecto piloto en uno de sus suburbios. El barrio consiste en edificios prefabricados y edificios de gran altura con espacios verdes abiertos y generosos espacios de aparcamiento para los vehículos de los residentes. Se insufló vida a estos espacios a través de actividades recreativas y comunitarias durante todo el día mientras no se utilizaban como aparcamiento, para hacer el entorno general más habitable para los residentes.
La ciudad de Múnich es ejemplar en Alemania en el proceso de transformación hacia una administración inteligente. Este aspecto también se incluye en un concepto holístico de ciudad inteligente. Cada vez se van interconectando más áreas de la vida privada y pública. Los formatos de participación digital en la capital de Baviera dan tanto a los ciudadanos como a los empleados municipales la oportunidad de contribuir activamente a dar forma a los cambios. Esto despierta el interés y promueve la aceptación de las medidas a implementar.
Beneficio para la comunidad versus privacidad
La polaridad mencionada al principio surge del hecho de que las personas son el centro de la recopilación de datos. ¿Qué rutinas y hábitos dan forma a su vida? ¿A qué horas del día necesita qué tipo de recursos? Todo individuo puede beneficiarse del análisis de los datos mediante la inteligencia artificial, pero también es necesario que exista una voluntad fundamental de ponerlos a disposición. Es comprensible que nadie quiera renunciar a su esfera privada. Además, con el aumento de la digitalización, crece la inquietud por el posible mal uso de los datos, no sólo en Alemania sino en todo el mundo.
Una buena manera es a través de la apertura y la transparencia de las empresas y los agentes que participan en el enfoque de la utilización de los datos. De esta manera, se puede promover la confianza de la gente en la protección de sus datos. La Ley Federal de Protección de Datos también ha establecido requisitos claros para el manejo de datos personales. Los proyectos de ciudades inteligentes requieren grandes cantidades de conjuntos de datos para producir análisis válidos. Sin embargo, lo que interesa no es la información personal, sino los datos anonimizados del enjambre.
La interconexión es la visión
El sector de la vivienda tiene una participación fundamental en el acervo de datos necesarios. Sin embargo, como lo importante no es sólo la cantidad sino también la calidad de los datos, la combinación de una amplia variedad de fuentes es muy valiosa para la planificación urbana de cara al futuro. De esta manera, no sólo se pueden optimizar las cuestiones fundamentales de la calidad de vida, el uso de los recursos y la eficiencia energética, sino que también se pueden interconectar servicios de movilidad, escuelas, hospitales y toda la infraestructura urbana.
Por muy precisos que parezcan algunos acontecimientos, siempre existe un riesgo especulativo en los análisis de los datos, ya que en el centro de todo esto está el ser humano en toda su variabilidad. Recientemente, el año de la pandemia nos mostró lo rápido que las cosas pueden cambiar sin previo aviso. Cuando los nuevos hábitos se afianzan y los valores cambian como resultado de profundos procesos cognitivos, se hace evidente lo importante que son nuestras competencias personales para afrontar el cambio. Y lo importante que es la adaptabilidad de las soluciones inteligentes, y que seguirá siéndolo.