Lunes a Viernes de 10 a 18 hrs. y Sábados de 10 a 14 hrs.
La oficina de Engel & Völkers en Montevideo no solo destaca por su excelencia en el sector inmobiliario, sino también por su ubicación histórica y su conexión con el legado arquitectónico del renombrado arquitecto uruguayo Julio Vilamajó. Este icónico espacio, conocido como el Jardín de Vilamajó, tiene una rica historia que se entrelaza con la evolución del paisaje urbano de Montevideo y el desarrollo de la arquitectura moderna en Uruguay.
Un Vistazo al Pasado
El Jardín de Vilamajó fue diseñado por el arquitecto Julio Vilamajó en la década de 1930, a pedido del ingeniero Víctor Sudrier, quien fue el propietario de la casa adyacente construida en 1917. El jardín, ubicado estratégicamente en la esquina de Rambla República de México y la calle Costa Rica, es un testimonio del enfoque innovador de Vilamajó hacia el diseño de paisajes urbanos. La duna curva, que es una característica distintiva del jardín, no solo separa el espacio privado de la calle, sino que también ofrece vistas panorámicas al mar y protección contra la brisa costera
Este jardín tenía un diseño meticuloso que integraba tres áreas principales: la parte alta de la duna, un espacio circular dentro de la duna y el área de unión entre el jardín antiguo y la duna. Los muros de piedra laja que consolidában el volumen de arena creaban una sensación de lejanía de la vía pública y permitían un paseo en altura a modo de mirador. Además, el jardín contaba con detalles constructivos y un manejo del espacio que lo convertían en una obra maestra del paisajismo.
A principios de los años 2000, el jardín y la propiedad circundante experimentaron un periodo de abandono. Sin embargo, un proyecto de restauración iniciado en 2009 revitalizó este espacio histórico. Engel & Völkers, especialistas en bienes raíces, jugaron un papel crucial en esta renovación, preservando la integridad arquitectónica y estética del lugar mientras lo adaptaban para su uso como oficina corporativa. La restauración fue supervisada por la Comisión Especial Permanente de Carrasco y Punta Gorda y dirigida por el arquitecto y paisajista Luis M. Carrau Urioste, asegurando que se mantuvieran los elementos originales del diseño.
Durante el proceso de restauración, se abordaron problemas como el crecimiento desmedido y desalineado de las plantas y la invasión de arena voladora, que había cambiado los niveles de la carpeta verde y cubierto algunos elementos constructivos. Los nuevos propietarios propusieron construir un edificio de oficinas reciclando la casa vecina en la Rambla y avanzando sobre el fondo de la antigua propiedad del Ing. Sudrier, manteniendo independiente la vivienda de 1917 y el jardín histórico. Esta adaptación permitió preservar el jardín casi intacto, con algunos cambios menores en el cerco vegetal para integrarlo con el jardín vecino sin desmerecer la obra original de Vilamajó.
Hoy en día, la oficina de Engel & Völkers Montevideo en el Jardín de Vilamajó no solo sirve como un centro de operaciones para sus actividades inmobiliarias, sino que también actúa como un punto de referencia cultural y arquitectónico en la ciudad. La presencia de la compañía en este espacio subraya su compromiso con la conservación del patrimonio histórico y la integración de la arquitectura moderna en su entorno.
Engel & Völkers ha logrado convertir esta histórica propiedad en un espacio funcional y moderno sin perder de vista su valor patrimonial. La integración de elementos contemporáneos y la preservación de características históricas han resultado en una combinación armoniosa que refleja tanto el pasado como el presente de Montevideo. Este enfoque no solo beneficia a la compañía y a sus clientes, sino que también contribuye al tejido cultural y arquitectónico de la ciudad.
En resumen, la oficina de Engel & Völkers en Montevideo es mucho más que un lugar de trabajo; es un símbolo de la rica herencia arquitectónica de la ciudad y un ejemplo de cómo el pasado y el presente pueden converger armoniosamente. Su historia y renovación reflejan el valor de preservar y celebrar los hitos culturales y arquitectónicos, contribuyendo así al patrimonio histórico y urbano de Montevideo.
Lunes a Viernes de 10 a 18 hrs. y Sábados de 10 a 14 hrs.