La primavera puede ser la temporada tradicional de ventas en el sector, pero la verdad es que el mercado inmobiliario está abierto todo el año. Cada temporada trae beneficios únicos y el reto consiste en sacarle el máximo provecho. Y el invierno, a pesar del mal tiempo, no es diferente. Todo lo que se requiere es un poco de investigación, una puesta en escena inteligente y un buen argumento de ventas.
A menudo los vendedores de propiedades prefieren el otoño y la primavera al invierno. El otoño tiene el atractivo de volver de las vacaciones, y la primavera ha sido durante mucho tiempo conocida como la temporada alta para la venta. En cualquier parte del mundo donde usted se encuentre, hay menos propiedades en el mercado en invierno, menos gente buscando y menos ventas completadas.
Sin embargo, el menor número de anuncios inmobiliarios en invierno provoca una caída en la competencia por la atención de los compradores. Los agentes inmobiliarios también tendrán menos tarea, lo que les permitirá concentrarse mejor en su propiedad. El efecto sobre el valor es positivo: los datos del mercado de la vivienda en los EE. UU. en 2017 muestran que tanto enero como febrero se encuentran entre los cinco mejores meses del año para las propiedades que se venden por encima de su precio de lista. Los compradores de invierno son serios y pagarán un plus por la propiedad adecuada.
El atractivo exterior se vuelve menos importante cuando el clima es gélido. Sin flores en la jardinera, la clave para obtener ese plus es mostrar a los compradores que su propiedad es una inversión segura. Esto significa asegurarse de que su propiedad esté en perfectas condiciones, así como caliente, seca y acogedora desde el momento en que atraviesan la puerta.
Los compradores buscarán defectos estructurales en su propiedad, especialmente en el techo, puertas y ventanas. También examinarán su sistema de calefacción, por lo que es aconsejable revisar su caldera y completar otros trabajos de mantenimiento esenciales antes de anunciar su propiedad. Sin embargo, las características de lujo no deben pasarse por alto por completo: sólo asegúrese de adaptarlas a la temporada. La calefacción por suelo radiante, una sauna o zonas al aire libre con calefacción son todos aspectos destacados ideales para una venta de invierno.
Lejos de mantener alejados a los compradores, las festividades navideñas pueden aumentar el atractivo de su propiedad. Si se encuentra cerca de un mercado navideño, por ejemplo, el invierno podría ser su momento para lucirse. Tenga en cuenta que este tipo de beneficio puede no ser inmediatamente obvio para los compradores, por lo que debe informar a su agente inmobiliario sobre las atracciones cercanas. De esta manera, pueden destacarlas durante la visita.
Cuando se trata de la puesta en escena, evite los errores comunes, como los colores vivos y la personalización excesiva. En su lugar, utilice un toque ligero para acentuar los encantos de la propiedad. Un árbol de Navidad decorado con buen gusto puede ser atractivo, pero el oropel llamativo y las luces de colores tienden a desalentar a los compradores. Cada elemento de decoración debe llamar la atención sobre las mejores características de su propiedad, no distraer de ellas. Cuando se destacan sus cualidades más atractivas, una propiedad puede venderse hasta por un 20 % más. Ese es el valor de la puesta en escena.