Fiestas de “Sant Antoni” en el norte de Mallorca

Las fiestas de Sant Antoni Abad, celebradas los días 16 y 17 de enero, tienen su origen en el siglo XIII, evocando las costumbres del campo y de la vida payesa.

Los propietarios de inmuebles en el norte de Mallorca podrán conocer y disfrutar de estas  celebraciones y de las costumbres de la zona.

Si nos remontamos a su historia y simbología, Sant Antoni era conocido como el patrón de los animales, sobre todo de campo, y antiguamente los payeses se encomendaban a este santo para su protección. La presencia de los diablos en esta fiesta se corresponde al concepto inicial del mal y simboliza las tentaciones por parte del diablo, que tuvo que superar el santo cuando se fue a vivir al desierto. El triunfo del bien contra el mal.

El encendido de los “foguerons” (hogueras) forma parte de los rituales primitivos que se hacían como culto al sol. Representaban la victoria de la luz sobre las tinieblas. Ya que el 17 de enero no queda lejos del solsticio de invierno (22 de diciembre). Los antepasados isleños estaban convencidos que recogiendo las cenizas, que quedaban tras las hogueras de esta festividad y esparciéndolas por el campo, favorecerían las cosechas.

Algunas de las tradiciones más interesantes y arraigadas se pueden descubrir en pueblos del norte como Sa Pobla, Pollensa o Muro.

Sa Pobla: lugar por excelencia con una de las celebraciones más espectaculares la víspera de Sant Antoni, la noche del 16 de Enero, con sus dimonis (demonios) foguerons (hogueras) y canticos de antiguas canciones mallorquinas “glosses” acompañadas al ritmo de una zambomba “les ximbombades”. Junto a la mayoría de estas hogueras se hacen las populares “torrades” o barbacoas, con productos tradicionales de la isla hechos a base de embutidos de cerdo, sobrasada y botifarrons los más populares.

Pollensa: este pueblo se caracteriza sin duda por la celebración del 17 de Enero, con una tradición que consiste en escalar un alto pino, resbaladizo, que ha sido previamente enjabonado, para hacer más dificultosa su subida. La fiesta empieza con un paseo hasta el valle de Ternelles  para recoger el pino, que será bajado hasta el pueblo en un carro. Todo el recorrido hasta el pueblo va amenizado por lugareños que tocan las “xeremies” un tipo de gaita. Una vez el pino ha sido izado, numerosos jóvenes, los más agiles, se agolpan alrededor para intentar subir a lo alto. El premio para el que llegue primero a la copa suele ser un gallo vivo.

En el pueblo del Puerto Pollensa, la recogida del pino se hace por mar y es transportado en barco desde la península de Formentor. 

Muro: aquí son sin duda muy famosas el 17 de Enero, sus “beneïdes” un rito eclesiástico para bendecir a todos los animales, recordemos que Sant Antoni profesaba un gran amor hacia ellos por eso es considerado su patrón. Cientos de personas desfilan con sus mascotas para recibir el agua bendita, conjuntamente con hermosas carrozas que recrean el ambiente payés.

Otras localidades del norte como Alcudia también celebran esta tradición, el 16 de Enero, un hombre personificando al santo, sale por la tarde repartiendo caramelos entre los niños, seguido de 18 demonios que reparten escobazos a todo el público.