Pocas zonas de Mallorca están experimentando una transformación como la que vive actualmente la Playa de Palma. Y también resulta difícil encontrar una región que ofrezca el mismo margen para un crecimiento importante.
Mientras se observan posibilidades de inversión en Cala Mayor y algunas mejoras y cambios de imagen en Magaluf (o más bien en el Calvia Beach Resort) a un lado de la Bahía de Palma, lo que ocurre al otro lado, en la Playa de Palma, quizás sea más intrigante.
Si es Usted uno de tantos turistas que llevan décadas pasando sus vacaciones allí, seguramente habrá notado los cambios a lo largo de estos 5 km de playa con bandera azul, con su Paseo Marítimo y su hilera de palmeras, y por supuesto sus Balnearios enumerados. Si lleva unos años sin ir, vale la pena echar un vistazo. Ahora las tumbonas para alquilar son de mucha calidad, la mitad de los balnearios se han reformado y probablemente oirá que se hablen algunos idiomas más que no sea alemán.
En primera línea de playa han abierto nuevos restaurantes con mucho ‘chic’ – como el Ginger Beach con sus batidos de fruta fresca, o el Bonito con sus cócteles y ‘street food’ – que le dan un aire a Miami Beach, y en segunda línea encontramos nuevos hoteles de 5 estrellas como el Pure Salt Garonda, el Iberostar y el Llaut Palace. Incluso el primer ‘boutique hotel’ de la zona, el My Sea House Flamingo.
La tendencia de la zona hacia un mercado de más calidad – y su nueva de nominación “Palma Beach” – fue promovida por un consorcio privado de hoteleros, restaurantes y servicios creado en 2014 para encabezar la modernización de 350 millones de Euros. En el extremo de C’an Pastilla, donde se encuentra el Purobeach Club, el turismo ya se está diversificando, especialmente entre los balnearios 7 y 15.
Pero la zona de El Arenal (balnearios 1 a 6), en el otro extremo de la Playa de Palma, tardará unos años más, reconoce Mika Ferrer del consorcio, quien se dedica a organizar eventos deportivos y familiares para alargar la temporada en esta zona. Prepárese para ver yoga en la playa al más puro estilo californiano, carreras infantiles y encuentros de kite surf. Teniendo en cuenta su proximidad al aeropuerto (a menos de 10 minutos) y al centro de Palma (uno ni siquiera necesita alquilar un coche en las vacaciones), no hay razón por la que esta zona no pueda atraer otro tipo de compradores. La magnífica playa es un argumento de venta de peso, y los precios son muy razonables: 175.500 € por un estudio con vistas al mar, unos 279.000 € por un amplio piso de dos habitaciones, y chalets a partir de 500.000 €.
Los numerosos apartamentos en primera línea de mar ofrecen un buen potencial, con viviendas de segunda mano a reformar desde 2.500 € por m2. Y a la vista de que los empresarios suecos están buscando edificios en la zona para poder abrir más boutique hoteles, está claro que la región está en auge. Terence Panton, Socio Gerente de la nueva oficina de Engel & Völkers en la Playa de Palma, comenta que lo mismo ocurrió hace unos años en el Portixol, y afirma que “Este periodo de cambios desencadenará un verdadero boom en la Playa de Palma. Esperamos un importante aumento de precios en los próximos tres años”.
Horario de apertura
L - V: 10:00 - 18:00
