Lunes a Jueves de 10:00-19:00
Viernes de 10:00-14:00
Sábados: sólo visitas concertadas
Pensar en España en términos climáticos suele ser sinónimo de imaginar extensas playas de fina arena, agradables terrazas en los puntos más concurridos de las ciudades y un sinfín de actividades al aire libre. Claro que, para seguir viviendo tan idílicas estampas durante los meses del invierno, conviene elegir muy bien la ciudad o la región en la que asentarse. Por fortuna, España ofrece múltiples opciones para prolongar el buen tiempo mucho más allá del verano.
Santa Cruz de Tenerife y las Palmas de Gran Canaria
Las Islas Canarias constituyen una apuesta asegura para disfrutar de un clima agradable durante todo el año. Las dos mayores ciudades del archipiélago ofrecen, además, una generosa oferta de servicios para desarrollar cualquier proyecto de vida. Santa Cruz de Tenerife, la mayor urbe de esta comunidad autónoma, presenta temperaturas medias que van desde los 17 ºC (enero y febrero) a los 25 ºC (julio y agosto). Más reducida todavía es la amplitud térmica que se vive en la otra gran ciudad canaria. Las Palmas de Gran Canaria se mueve todo el año entre los 18 ºC y los 24 ºC.
Lanzarote y el resto del archipiélago canario
Lanzarote es la más oriental de las Islas Canarias y, precisamente por su mayor cercanía al continente africano, la que cuenta con mayores temperaturas medias. Los amantes de los ambientes cálidos disfrutarán de temperaturas máximas medias de entre 20 ºC y 29 ºC. En cuanto al resto de las Islas Canarias, quienes gusten de vivir en espacios más tranquilos pero sin las fuertes variaciones térmicas del interior peninsular tienen a su disposición una serie de pintorescas localidades. Teguise (Lanzarote), Santa Cruz de La Palma (La Palma) o Santiago del Teide (Tenerife) combinan las excelencias climáticas canarias con la apacibilidad de los pueblos.
Cádiz, una atracción intemporal
Verdaderamente, los fenicios no eligieron un emplazamiento al azar para fundar la considerada como la primera gran ciudad de Occidente. Cádiz es color, jovialidad, celebración y, cómo no, calidez. Con temperaturas medias que rara vez bajan de los 11 ºC , Cádiz es un refugio para quienes se niegan a asociar invierno con frío. Desde luego, la variada -y animada- colección de bares y locales de tapas que jalonan el precioso casco antiguo gaditano contribuye a alejar cualquier conato de gelidez. Todo ello con atractivos precios en lo que respecta al mercado inmobiliario.
Sevilla y Córdoba, duelo de ciudades hermanadas con el sol
Resulta imposible pensar en Sevilla y Córdoba sin comenzar a sentir la caricia del sol. La capital andaluza cuenta con una menor amplitud térmica y no resulta en absoluto habitual que la temperatura media mensual caiga por debajo de los 10 ºC. No sorprende, por tanto, que las terrazas sevillanas estén siempre habitadas, incluso cuando el resto de la Península hace acopio de bufandas y chaquetones. En Córdoba, la llegada del invierno no va de la mano del frío sino de la decoración navideña de sus célebres patios. Y si algún día amanecería algo más fresco, siempre puede recuperarse el calor con un café con leche en cualquiera de las bellas plazas cordobesas, como la de la Corredera.
Alicante, la ciudad abierta al mar
Entre 10 ºC y 26 ºC es la agradable horquilla de temperaturas medias que explica por qué la vida en la calle está tan incrustada en la personalidad de los alicantinos. La segunda mayor ciudad de la Comunidad Valenciana cuenta con una amplia extensión de playas, destacando las del Postiguet y la Albufereta, en las que es posible distinguir bañistas en cualquier momento del año. Alicante cuenta, además, con uno de los mercados inmobiliarios más interesantes del litoral mediterráneo, con un catálogo de propiedades que comprende cualquier tipología de vivienda y un amplio rango de precios.
Salou, la Costa Dorada y Reus
La Costa Dorada es una de las marcas turísticas más consolidadas de España y uno de los motivos que explican su predicamento entre el público extranjero es su óptimo marco climático. Salou, por ejemplo, es una ciudad que invita a disfrutar del mar y de su conocida oferta lúdica, contando con numerosas opciones inmobiliarias para todos los perfiles. En el resto de la Costa Dorada pueden encontrarse otras estratégicas ubicaciones para eludir los rigores del invierno, como Vilaseca, Calafell, El Vendrell o Cambrils. Y en la comarca del Bajo Campo sobresale Reus, una población con mucha vitalidad durante todo el año y que se encuentra muy cerca de Tarragona capital.
Todas las ciudades y regiones que se acaban de reseñar ofrecen atractivas oportunidades para iniciar una prometedora carrera en el sector inmobiliario. Se trata de destinos sobradamente conocidos tanto por el público nacional como extranjero. Y si a ello se le suma el prestigio de una marca como Engel & Völkers, cualquier franquicia que se abra en la zona lo hará con una base inmejorable. Solicite más información a la inmobiliaria sin compromiso.
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Viernes de 10:00-14:00
Sábados: sólo visitas concertadas