La comarca de la Cerdanya, situada en el Gran Valle del Pirineo, ofrece un imponente paisaje y un entorno ideal para practicar todo tipo de actividades deportivas y de relax durante todo el año: esquí, snowboard, hípica, senderismo, escalada, excursiones, golf, ciclismo o paseos en bicicleta.
Sin embargo, muchos desconocen que la Cerdanya es también el lugar ideal para buscar setas. Esta zona cuenta con características peculiares, como son sus horas de sol, su altitud, sus tormentas intensas y cortas y sus prados de frondosa vegetación. Con la llegada del otoño el paisaje se transforma, el bosque adquiere tonos cálidos y se tiñe de una imagen de ensueño. Llegan las primeras lluvias, las temperaturas se vuelven más frescas y empiezan a aparecer las setas escondidas entre los troncos de los árboles. Pero su recolección no es solo una actividad recreativa, sino que también ofrece la oportunidad de conectar plenamente con la naturaleza, de realizar largas caminatas entre los árboles, de hacer ejercicio al aire libre y de descubrir las maravillas que ofrece la montaña y el bosque.
Es importante saber que las setas salen sobre todo en otoño, tras un periodo de lluvias, por lo que el momento más adecuado para buscarlas es durante los meses de septiembre a noviembre. Los principales consejos para su recolección son los siguientes:
Se recomienda ir provisto del equipamiento adecuado: botas, ropa de abrigo y una cesta de mimbre para colocar las especies encontradas, así como de un cuchillo para cortarlas siempre por la base, sin arrancarlas. También es importante llevar un cepillo para proceder a su limpieza en el mismo momento de su recolección.
No todos los ejemplares son comestibles, por lo que es necesario utilizar una guía o una aplicación móvil que permita identificar cada uno de ellos correctamente. En todo caso, los lugares más alejados de los caminos son los más apropiados para encontrar las mejores especies.
Los tipos más comunes que podrás encontrar en la comarca y alrededor de Puigcerdà son los siguientes: cep (boletus edulis), robellón, senderuela, trompeta amarilla, ratón negrilla (fredolic), múrgola y rebozuelo (rossiynol).
La comarca de la Cerdanya cuenta con numerosas rutas en las que practicar la divertida actividad de la micología. Entre todas ellas, podemos destacar las siguientes:
La ruta del bosque de Meranges. Esta ruta ofrece un maravilloso paisaje y es uno de los enclaves más populares en la búsqueda de setas. Las especies que pueden encontrarse allí son los siguientes: robellones, ceps, pinetells, rossinyols y cama-secs.
La ruta del bosque de Guils de Cerdanya. Se trata de una ruta muy cómoda para dar un paseo en plena naturaleza en la que se pueden encontrar las siguientes especies: ceps, fredolics, robellones y lengua de vaca.
Las rutas alrededor de las pistas de esquí de La Molina y Masella donde se pueden encontrar ceps, robellones, rossinyols, entre otros.
Otro de los encantos de la comarca es su exquisita gastronomía, entre cuyos platos no pueden faltar las deliciosas recetas elaboradas con productos de proximidad.
Los amantes de la cocina tradicional podrán disfrutar de las recetas tradicionales de montaña entre las que destacan especialmente el Fricandó, un plato típico de la Cerdanya que combina la ternera con las setas; así como otros platos, como el arroz de montaña, el risotto de ceps, la tortilla de rossinyols o el revuelto de boletus. Los que quieran experimentar con elaboraciones más innovadoras no pueden perderse el Trinxat del Bosque, en el que a la conocida receta catalana de col y patatas se añaden las setas y lo mismo sucede con una sabrosa pizza aderezada con setas recién recolectadas.
Por su fabuloso clima y su variada oferta de entretenimiento, deportes de montaña y posibilidades de relajación, la Cerdanya es el lugar perfecto para disponer de una segunda residencia en la que poder disfrutar del contacto con la naturaleza y de un entorno idílico durante todo el año. Y por supuesto disfrutar de las setas.
Horario
Mar-Jue 10:00 - 19:00
Vie-Sab 10:00 - 20:00