Horario
Mar-Jue 10:00 - 19:00
Vie-Sab 10:00 - 20:00
La Castañada es una fiesta popular que encontramos arraigada en Cataluña y que adopta otros formatos y nombres en España y Portugal. O en países anglosajones como Escocia, Inglaterra o Irlanda —dicha Samhain, que significa literalmente el final del verano— desde donde dio el salto a Estados Unidos. Convertida la fiesta allí en el Halloween americano, las películas y la moda han conseguido que la tradición hiciese y haga camino de vuelta y se imponga ahora a muchos hogares europeos: disfraces, golosinas y el “trick or treat” (broma o regalo o, también, el paga o llora).
La fuerza de las modas anglosajonas se imponen aquí y en todo el mundo. Nadie escapa. Sin embargo, quizás en ámbitos más rurales, las tradiciones mantienen su pulso con las tendencias más “cools” y es justamente de esta castañada más clásica, de la que nos toca hablar. Nos toca hablar y conservar también.
En Cataluña y los Países Catalanes, la celebración de la Castañada va muy ligada al día de Todos los Santos (el 1 de noviembre), justo antes del Día de los Difuntos. También es cierto que muchas familias catalanas la celebran en la víspera de Todos los Santos. En la explicación más histórica y etnográfica de la fiesta podemos leer, en diferentes fuentes consultadas, que el origen de nuestra Castañada se remonta a finales del siglo XVIII y que resulta de una derivación de las comidas funerarias. La comida tenía un sentido simbólico de comunión con las almas de los difuntos: "Se rezan las tres partes del Rosario en todas las casas cristianas antes de hacer la Castañada", leemos en el diccionario Alcover-Moll.
Hoy, la Castañada se nutre de un menú completo y calórico en el que no pueden faltar las castañas, obviamente, pero también los boniatos y los típicos panellets. En algunos casos, fruta confitada. Y no termina aquí el festín. En los hogares pirenaicos, principalmente, el alioli de membrillo, untado sobre una tostada de pan, es el manjar más buscado. Las amas de casa o cocineros con buena mano para preparar el alioli de membrillo van buscados, esos días, por vecinos, amigos y compañeros. Este menú se acompaña de vino (en las casas, antes, se tenía por costumbre consumir el vino nuevo de la última vendimia) y, sobre todo, el moscatel.
Un icono de esta celebración popular es La Castañera. Hace muchos años, en muchos lugares del país, se multiplicaban las castañeras por las calles y plazas, con estufas o fogones, que cocían las castañas y los boniatos sobre las brasas de los tostadores. Ésta es una tradición que ha ido desapareciendo de nuestro entorno. Según diferentes webs consultadas, después de la Covid-19, ha habido un repunte y crecimiento de paradas en la ciudad de Barcelona donde se puede comprar una papelina de castañas o algo de boniato. Aquí, en nuestra casa, en Puigcerdà, en la Plaza de Santa María, habitualmente hay una parada de castañas y boniatos. Ésta y otras paradas suelen instalarse por unos días y nos acompañan durante el otoño, hasta la entrada del frío de invierno.
Las castañas, comidas desde la antigüedad, tienen muchas posibilidades en lo que se refiere a su consumo. Pueden ser confitadas, pueden ser comidas crudas, pueden servir de acompañamiento en guisos e incluso se había hecho harina para hacer pan. En el caso que nos ocupa, las castañas son tostadas. Pueden ser cocinadas en el horno, en el microondas o en la cocina de casa, pero quedan de primera si se tiene la posibilidad de tostarlas en el fuego de leña, en una chimenea o estufa. Es tan sencillo como realizar uno o dos cortes, en uno de los extremos, para evitar que estallen o salten con el calor. Para cocerlas, en este caso, es necesario tener una sartén agujereada. En todo caso, en internet encontrará un montón de webs que le detallan la forma de prepararlas en casa, en caso de que no disponga de chimenea.
La castaña es un fruto originario de Asia. En Cataluña, las del área del Montseny o el Alt Empordà, entre otros, son las más conocidas. Por cantidad en producción, las gallegas y leonesas, son las más habituales en establecimientos y mercados.
Nuestra Castañada recibe distintos nombres en el resto del Estado. Tienen un denominador común, como es el caso de las castañas, pero su celebración tiene formatos variados y los menús cambian, según la zona. Mientras aquí en nuestro territorio el moscatel toma protagonismo, en otros lugares, como Galicia o Asturias, el orujo o la sidra son los licores empleados. En Galicia la fiesta se llama Magosto; en Portugal, Magusto, y en las islas Canarias, Los Finaos.
Horario
Mar-Jue 10:00 - 19:00
Vie-Sab 10:00 - 20:00