Horario
Mar-Jue 10:00 - 19:00
Vie-Sab 10:00 - 20:00
Una fiesta para despedir el verano. Una noche especial antes de regresar a la normalidad del calendario laboral. Una fiesta única y esplendorosa que dejará atrás los días de relax y descanso, de unas vacaciones de verano en la Cerdanya, para afrontar, de nuevo, las responsabilidades del día a día. Una fiesta para guardar en el recuerdo, que perdura y que sirve como inicio de una cuenta atrás para el próximo verano donde volverán a encontrarse, a verse, a convivir, a reír juntos, vecinos, compañeros y amigos en los días de ocio y en las noches mágicas de verano en la Cerdanya. Éste era el objetivo de la fiesta del “Estany” que nació hace más de 130 años. La llamada, en aquellos inicios, Fiesta Nocturna Veneciana, que ha vivido su transformación, como es lógico - y hoy - aunque es una fiesta distinta en su formato, mantiene la magia por igual y cumple su principal requisito: la gran celebración festiva y lúdica que cierra las puertas del verano. Y durante los días y las noches que dura la fiesta, esta despedida se vive con intensidad y cierta nostalgia.
Antes de continuar y para saber mucho más de esta celebración, existe un libro de recomendada lectura para todos aquellos que quieran conocer más la fiesta. "La Fiesta del Lago (1886-2016) 130 Años de Historia, Tradición y Leyenda", escrito a cuatro manos por el historiador Oriol Mercadal -quien había sido director del Museo Cerdà y nos dejó a finales del 2017- y el programador informático, activista cultural y presidente del Grupo de Investigación de Cerdanya, Enric Quilez. La edición cuenta con las colaboraciones de la arqueóloga y técnica en patrimonio cultural, Sara Aliaga y el coleccionista y amante de la historia local, Martí Solé.
La Fiesta del “Estany” de Puigcerdà tuvo sus inicios y todavía hoy programa parte de su actividad, en el lago de Puigcerdà. Es obvio. Aunque esto que acabo de escribir es de una evidencia cristalina y quizás absurdo el hecho de haberlo recalcado, muchos somos quienes desconocemos la historia del lago. Sin lago, ¿habría la fiesta que hoy celebramos?
Las primeras noticias de la existencia del lago datan del siglo XIII, concretamente del 2 de diciembre de 1260, tal y como lo describe mosén Jaume Martí i Sanjaume en su libro Dietari de Puigcerdà. El suministro de agua del lago proviene del río Querol, agua que es llevada hasta Puigcerdà mediante una acequia artificial. En un texto redactado por el ingeniero Josep Cordomí - hoy interlocutor entre la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y las administraciones públicas de Cerdanya - para un boletín editado en 2005 del Ayuntamiento de Puigcerdà y Sorea - empresa que gestionaba el suministro del agua en la capital de la Cerdanya (hoy es Agbar la responsable de este servicio), "en 1310 el Consulado puigcerdanés pagaba al Procurador real quinientos ducados para hacer frente a los gastos de hacer un riego para la población". La captación del agua está actualmente en Riutés, en el río Querol, entre las poblaciones de la Tor de Querol y Porta. Existe una edición del reglamento de la acequia, para todos aquellos interesados en la gestión del canal y el lago, que recoge, entre otros, la distribución del agua de este canal entre los usuarios españoles y franceses. Es interesantísimo conocer cómo se reparte este recurso entre las administraciones municipales.
Ahora que sabemos que el lago es un elemento que se ha mantenido imperturbable en la historia y en el paisaje de los puigcerdaneses, de generación en generación, desde 1260, como mínimo, podemos imaginarnos la belleza natural de este paraje a mediados del siglo XIX. Y cómo este espacio vivió, entonces, su especial transformación con la llegada del turismo y de los veraneantes. Durante el último tercio del siglo XIX y hasta los primeros años del siglo XX, Puigcerdà fue la población preferida por muchas familias de la burguesía catalana que tenían en el lago de la capital ceretana sus casas y hogares señoriales.
Puigcerdà sacó buen provecho de esos años, durante el renacimiento catalán. Acogió la flor y nata de una burguesía que protagonizó un importante movimiento cultural que representó un resurgimiento, una auténtica efervescencia en muchos ámbitos de la sociedad del país. La Cerdanya recibió veraneantes que eran de una talla intelectual destacada en esos años. Y fueron estos veraneantes quienes promovieron e impulsaron la celebración que hoy nos llega con el nombre de la Fiesta del “Estany”. Los organizadores de aquellas primeras fiestas le llamaban "Fiesta Nocturna Veneciana o Fiesta Nocturna de Puigcerdà", según la fuente consultada. La primera fiesta fue documentada en 1886. Así pues, este agosto cumplirá 137 años de aquella primera iniciativa. En sus inicios, sin embargo, la fiesta era más elitista, pensada sólo para sectores acomodados. La fiesta es hoy muy diferente, siempre adaptándose al momento hasta llegar a nuestros días.
Actualmente, la Fiesta del Lago se celebra durante siete días. Arranca un lunes y finaliza el domingo. Ofrece un poco de todo: música, conciertos, bailes, sardanas, teatro, deportes - con la travesía del lago - pasacalles, “Correfocs”, “Castells”, tamborada y un largo etcétera.
En mi opinión, sin embargo, hay tres aspectos a destacar de la actual versión de la Fiesta del Lago. Dos principalmente: la representación de la leyenda del “Estany” y el desfile de carrozas.
El sábado, por la noche, se produce el reencuentro de la “Vella del Estany” con el Príncipe de los Aires y la Princesa de las Aguas. Éste es uno de los actos principales. La versión de la leyenda que me gusta - hay diferentes - nos dice que la vieja es una señora, nonagenaria, con capuchón y jubón, que vendría a representar las virtudes de la mujer ceretana. Allí donde ahora existe el lago, la mujer tenía su casa. Y aunque fue obligada a dejarla, ella se resistió. Así, acabó viviendo debajo de las aguas. Dicen que las noches de verano, cuando avanza la oscuridad, sale del lago, recorre las calles con un farolillo, contempla los cambios que se han producido en la villa y vuelve a adentrarse en el estanque.
El otro acto destacado, quizá el más importante, es el desfile de carrozas, el domingo por la mañana. Un desfile de carrozas atraviesa la villa, calles y plazas, en una comitiva donde participan diferentes grupos, venidos de toda la comarca. El desfile ha cogido fuerza y cuerpo en los últimos años. Es hoy un acto de sana competición que genera una rivalidad entre grupos para mostrar la mejor carroza, los mejores disfraces, la originalidad y la creatividad de sus componentes. Es la actividad de la fiesta en la que la participación es más elevada y por la que se trabaja todo el año.
La Fiesta del “Estany” finaliza con el tercero de los aspectos que quería destacar. Ya sé que en todas partes se hacen castillos de fuegos artificiales. Pero siempre me ha parecido poético el piromusical de la Fiesta del Lago, un espectacular castillo de fuegos artificiales que tiene por escenario el entorno del lago. El estallido de la pólvora ilumina el cielo de Puigcerdà y la Cerdanya. Un homenaje, un regalo por el verano vivido.
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